Esto es un valle en ruinas, seco, desolado, caluroso, imbécil, contaminado, ruidoso... pasado.
¿Cuando llegará el futuro?
¿Dónde enterraremos nuestros cuerpos?
No me atrevo, me avergüenzo de mirar las pupilas en este presente... y envejezco.
Como han envejecido todos antes de mi y como envejecerán todos después de mi... y muero.
Muero como el sol de cada día : al anochecer, en cada sueño, pesadilla o premonición. Pero ni el sol ni yo nos olvidamos ahí. Regresamos a las 6 de entre los muertos.
Me reseco, cabeceo y escucho un maravilloso susurro, es un encanto que me llama, parecido a los tambores de mi almohada.
Ese encanto es el fugaz instante que me clama.
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