miércoles, 30 de julio de 2014

Sin titulo

Siempre es mucho tiempo y poco tiempo, en función de ti son ambos a la vez.

Todo y nada es mi corazón y mi alma.

Me llamo caos; soy una mota de caos atada por la gravedad a esta tierra, pero en medio del universo floto, navego, viajo hasta llegar a tu puerto, a la orilla de tus aguas, al rango infinito de tus ojos.

Podría regalarle tu nombre al eco, a la armonía, a las dulces ninfas para que lo canten, y podría lanzarlo como un suspiro, como una tierna vibración del aire.

Yo podría rendirme a tus pies y besarlos, enjugarlos con lágrimas de felicidad y de agonía, y adorarte siempre de rodillas.

Encendería incienso, mis velas siempre estarían encendidas y mis brazos abiertos y anhelantes...

... de ti,
de tu cuerpo, 
de tu voz,
de tus ojos,
de tu esencia,
de toda tu aurora perfumada.

Tu no lo sabes, pero sufro y quema, el espacio entre tu y yo siempre esta encendido para mi, y lleno de espinas que se entierran en mis manos, en mis pies, en mi garganta y no se van, y no hay consuelo, tu no estas.

El tiempo es contigo, el antes y el después, mi vida medida en meses, en años, en lágrimas que llegan solo al sol, en noches vacías de tu cuerpo, solitarias de tu amor.

martes, 29 de julio de 2014

Recuerdo

Todos los días pienso al levantarme: "hoy no es un buen día", pero en verdad que ninguno lo ha sido, en tu ausencia falta todo, nada sabe, nada es.

En aquellos lejanos momentos, que ahora me parecen otra vida ajena a mi totalmente, el sol brillaba como si también él te amara, y el aire tenia cierto aroma que inflaba mi pecho de emoción. Todo tan sencillo, tan perdurable y mi sonrisa era diferente, mas clara y fresca. No había dolor ni sombras.

Muchas veces me pregunto si, después de tanto años (digo tantos porque han sido eternidades), permaneces semejante al recuerdo cautivo que guardo de ti. Si es que acaso tendrás aún los mismos gestos, la misma voz, la misma mirada... y me pregunto también en qué eres diferente, qué de ti me perdí y me seguiré perdiendo.

Yo falle, yo me fui y te perdí, después de tanto, yo caí en la trampa de todos los destinos y sabiendo esto miro al cielo cada noche y suspiro lo que me queda de tu nombre, me deslizo por lo que me queda de tu piel y a veces lloro esperando despertar pronto.

No sé qué será de ti, no sé y me aterra saber, si me recuerdas y me odias, o si simplemente me olvidaste, ambas situaciones tan terribles  que podría agonizar en un letargo para siempre.

Pero hoy es el presente y hoy debo dejarte ir, debo renunciar por completo a ti, debo sonreírte y dejar fluir el tiempo, dejar fluir la vida, dejarme fluir aunque en tu ausencia falte todo, nada sepa y nada sea, ni siquiera yo.

lunes, 12 de mayo de 2014

Nocturno

I

Esta lluvia quema,
me arde aunque no me toca.

Duele tu ausencia,
tus palabras a media voz.

Y el aire...
este aire me sofoca.

Cuando muero
me inunda tu recuerdo.

Soy el árbol que descubrimos,
que bautizamos,

que nunca mas
hemos visitado.

Sigo estando.

Quedamos detenidos
en ese instante,
en esa primera mirada.


II

Te sueño
cada noche,

eternidades.

Te veo
cada noche,

siempre,
como la primera vez.

Te amo
cada noche,

lento,
hasta que mi corazón por fin se detiene.

Miro mis ojos desde dentro,
eres el reflejo,
el brillo,
la llama en mi mirada.

La fuerza oculta
en mis huesos.

Eres mi sueño,
mi mundo onírico
casi perfecto.

Mi mano en tu mano,
mi mano deslizandose en tu pelo.


III

Era de noche, algunos danzaban.

Personas nacían y morían.
Personas amaban y odiaban.

El humo del cigarro subía al cielo, como alabanza.

A lo lejos algunos perros ladraban y los gatos maullaban.

Yo te apretaba tan fuerte, que mi alma en ti se despedazaba.

En tu piel se desnudaban mis manos, de tus ojos era el universo y tus besos polvo de luna soplaban.

Fundidos en un abrazo, fuimos mar, en silencio, reposando.

Sentados en el piso, mirando el cielo... era de noche, tu y yo, soñando.

Sin titulo.

Esto es un valle en ruinas, seco, desolado, caluroso, imbécil, contaminado, ruidoso... pasado.

¿Cuando llegará el futuro?
¿Dónde enterraremos nuestros cuerpos?

No me atrevo, me avergüenzo de mirar las pupilas en este presente... y envejezco.

Como han envejecido todos antes de mi y como envejecerán todos después de mi... y muero.

Muero como el sol de cada día : al anochecer, en cada sueño, pesadilla o premonición. Pero ni el sol ni yo nos olvidamos ahí. Regresamos a las 6 de entre los muertos.

Me reseco, cabeceo y escucho un maravilloso susurro, es un encanto que me llama, parecido a los tambores de mi almohada.

Ese encanto es el fugaz instante que me clama.

Preparativos para un funeral

Cuando la señora tropical iba a morir, su descendencia fue un mar de emociones. Después de todo, nacieron de la espuma, en alguna playa, y como la espuma, resultaron ser efervescentes.

Unas lloraban -snif, snif- hasta convertirse en bastas granizadas.

Otras decidieron inundarse, apelaron al sabor y a las consecuencias etílicas.

Las menos, exactamente dos, en su amargura y soledad se estancaron hasta volverse lodo.

Granizo, inundación o lodazal, regresaban a casa. Es heroico fluir en medio de la hoguera o del desierto, o simplemente fluir en descomposición.

Era tiempo. Debían dejar de efervescer para convertirse en vapor, probar en el delicado momento de su angustia el significado de lo etéreo... y volver a la sal, como espuma.

domingo, 11 de mayo de 2014

De la noche...

De la noche nacimos
¿para que negarlo?

Hemos luchado
contra el enemigo
equivocado.

¿Porque nos odiamos?

Quiero creer que
mejoraste, amor eterno.

Sé que nuestro tiempo
trascendió, y que
nunca será olvidado.

Nunca podremos escapar.

El amor es una contradicción

Muérete corazón, que tus hijos y nietos te entierren muy profundo,
o conviértete en cenizas y ordena que te arrojen a la mar o bajo un árbol... pero muérete.

No puedo vivir sin ti, pero te odio.

Mis locos deseos te desnuda, te acarician, te besan y te hacen el amor. Pero a veces te asfixian hasta que por fin enmudeces.

Eres insoportable y sin embargo, a veces siento que te amo. Quisiera alejarte para siempre de mi vida, pero cada noche me invitas a soñar contigo.

Me das flores y te alejas envuelta en burla.

Me clavas mil desprecios en la frente y los coronas con un beso al final.

No iré a tu funeral, pero creare un nuevo mar con mis lágrimas.

No guardare tu foto, aunque termine mirándote en cada persona.

jueves, 17 de abril de 2014

La desconocida de las 10:33

Respecto a ti,
sólo tengo
mis versos
y mi mirada.

Estás tan a poca distancia
que hasta he llegado
a fantasear con tu nombre.

De frente
y sin mirarnos.

Tan lejanos y ausentes
que ni siquiera somos.

Y sin ser,
quiero sonreírte
y devorarte.

... labio a sueño,
sueño a piel...
¡tu piel!

Tu piel en mis labios
que soñaré después.

Cuando la niebla
se disipe
y me permita ver,

quiero verme
en tu cuello,
resbalando como miel:
dulce y lento.

El día alegre

El día alegre
ha llegado

¡Venid!

Venid todos,
pues están convidados.

Rosas y claveles.

Si os regalo
mil estrellas...

Si os construyo
un palacio...

Si os entrego
mi corazón
sangrado y palpitando...

Si os ofrezco
mi sonrisa
juguetona...

... y si os doy
un secreto
innombrable.

Mi muy amada
¿me adorarás?

Identidad

Mi nombre debería
ser "sueño",
ser "ente de otro universo",
debería ser "olvido".

Yo me he olvidado
¿porque no tu?

Lo que miro en el espejo
no me pertenece.

Un otro,
alguna otra.

Si me encuentras,
regresame a estos huesos,
a esta carne,
a mis cenizas.

Palabras

Hable pero nadie escucho,
esas palabras
salidas de mi corazón,
se desenvolvieron
únicamente en mis oídos.

Fue tentación,
fue alivio
que solo yo
escuchara.

Perdóname madre...
(pero no porque he pecado,
no porque disfruto pecar,
no porque volveré a hacerlo
siempre mil veces hasta
el final de los tiempos)

perdóname porque
he de partir de tu lado,
y no hay lagrimas
que me acerquen de nuevo.

No sostendré tu mano
cuando llegue la muerte.

No asomare a tus ojos
cuando la luz de tu ocaso
se torne perpetua noche.

No te arropare cuando
el frío te envuelva.

Así como mis palabras,
esas, que sólo yo escuche,
todo sera un instante.

Sin titulo

Te ame, pero mi amor
no fue suficiente,
mis ramas no fueron
totalmente verdes
o mi cielo tan azul.

El silencio de mi ímpetu
rodó y rodó
hasta besar al viento:
se perdió como suspiro
y como grito aterrador.

Y algo... hubo algo
mas ensordecedor
que mi silencio,
algo que mutilo
mis pupilas aferradas.

¿Qué fue de ti?
¿de tu áurea sonrisa?
Fue un tierno sol
que dibujó mil veces
mi horizonte,
que coloreaba mi boca.

Tu sonrisa fue la seda
de mis manos,
era mas allá
de la punta de mis dedos.


Soy

Herido de falsedad,
pero no muerto.

No puedo maullar
porque yo rujo.

No soy lago
ni cenizas.

Soy mar,
soy flama alta.

Soy todo lo que soy
y he sido.

Soy infinitud,
soy eternidad.

Solo me he contenido
en pequeñas dosis.

Podría ser

Podría ser esta noche
en que el cielo  me maravilla.

Esta noche en que el universo
adorna mi recuerdo tuyo.

Las estrellas tintinean
para mi corazón,
para mi mas profundo sueño.

A veces sin mi,
mis anhelos andan.

Han aprendido a vivir gozando
entre tormentas de fuego.

Mi sangre,
mis huesos:
al final nunca soy yo.

Podría ser que esta noche
me arranque del tiempo.

Retornar al inicio de todos,
donde la felicidad era viento.

Espacio

Tanto calor
y mi corazón apagado.

No es que sea de hielo,
es ausente.

Caigo... o subo,
salgo o entro.

Aquí, detenido del tiempo,
no hay arriba o abajo
o algún color.

lunes, 17 de marzo de 2014

Nubes de mar

Mi cabeza llena de dunas, 
dunas de espuma, 
nubes de mar.

Mi pecho sonriente, 
paseando entre los hilos del tiempo… 

tiempo

Un minuto, 

un segundo 

¿qué son mil años? 

¿qué es mi vida? 
¿qué es la vida de todos?

Si tan solo pudiera navegar 
sobre esas olas celestes, 
si tan solo pudiera acariciar 
un momento la oscuridad del universo.

(y cuando me elevo, un ancla me somete a la tierra, me arrastra hasta dejarme inmóvil)

Quiero desangrarme justo ahora.

Polvoriento, 
raspado en mis rodillas, 
en mis manos, 

ese deseo voraz que hace
un momento me consumía,
ahora se ha vuelto tan... tan lejano.

Hice lodo con mis lagrimas 
y al levantarme tambalee,
grite y nadie escucho, 

el eco de mi voz se pierde 
en la inmensidad a la que ya no aspiro.

¿Qué es mi vida y qué es la vida de todos? 

...y en mi cabeza siguen 
habiendo dunas de mar, 
espuma de estrellas saladas.


¿Debería renunciar ya?