lunes, 21 de noviembre de 2011

La voz por los olvidados.



Yo alzo la voz
por los olvidados.

A los únicos
que no se nos olvida
que el ser dejados
atrás también pesa.

Nosotros alzamos
las manos en la noche,
hacia el cielo,
y descubrimos mundos
que no serán para nadie.

Y quizás alguien nos descubra
llenos de polvo y brillando
con harta intensidad en el pasado

¿Cómo saberlo?

Solo existimos entre la vida
y la muerte, tocados
por un beso a veces,
sintiendo como si un huracán
nos golpeara,  y goteando
como esos interminables
días de lluvia.

Así somos y así seremos,
por siempre entre el tiempo
y entre sueños
y estampas de metal.

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