Jodido día
con nubes: (montones de nubes); frío: (montón
de frío) y para joderlo más, no estás a mi lado: al menos me hubieras llevado
contigo, para evitarme la molestia de yo misma, estar a mi lado.
Si me
tienes y me voy, o te quiero y no estás… al final es la misma mierda que
termina en el día jodido, lleno de todo menos de ti.
Cuando ya
ha oscurecido, y me muevo a media luz, pienso: ¿por qué carajos sigo aquí?
Y cuando me
atrevo a salir, se hace más triste la respuesta de la pregunta… de esa tristeza
radiante que perfora cuando veo a los perros callejeros mojados, con frío y con
hambre; de esa tristeza que se clava en el pecho como la puñalada de una traición
cuando veo gente con zapatos rotos, ropa desgastada y pobre... de esa tristeza
que pone mi alma en penumbra cuando te alejas poco a poco.
Aléjame de
mi porque me lleva la chingada: por las noches; por cualquier cosa; por no
poder dormir: si duermo: por no poder soñar, si sueño: por no recordar los
dulces sueños, al contrario, abrir mis ojos llenos de pánico por la pesadilla:
una o dos por noche, a veces mas… y si
despierto a las 3 de la madrugada, y escucho ruidos profundos que me dicen que
no estoy a salvo… ¿lo ves ahora? No estoy a salvo.
A veces,
muy de vez en cuando, cuando me agarra la pendejez (que se caracteriza por
predicar el “de vez en cuando”) quisiera irme lejos, sin decirte, sin decirle a
nadie a donde, ni porque (eso de hablar de mis sentimientos no se me da), pero
recuerdo mi impedimento social, mis pocos recursos económicos, la molestias que
sería el buscarme, y si me encuentran (mas que el miedo que me encuentren) el
pretexto tonto que usaré.
Ojala
pudieras darme la llave de este híbrido maldito que me come a diario; hoy más
que otros días, se ha devorado casi todos los buenos pensamientos. Con esto podrías
comprender claramente lo pésimamente jodido del día (que debió haber abortado
el sol).
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