¿Que será?
uno, dos, tres...
cinco... diez.
¿Estrellas?
Voces a lo lejos,
ebrias, inútiles,
lastimeras.
Un poco de dolor
enterrado en las venas.
El silencio:
miles de silencios
que nunca se detienen,
que abandonan,
que hieren.
¿Que será de ti
cuando baje la marea?
¿Cuando se humedezca
tu corazón, y se derrame
por falta de llanto
y de quejas?
El destino nunca
se acerca, pero duerme;
nos sueña, con llamas
y huracanes que nos envuelven.
¿Que será de nosotros
cuando se nos acabe el día?
Beberemos y cantaremos
realidad; sofocaremos
nuestros sueños en la cama;
mataremos la esperanza
con palabras.
Pero nada de eso
importa ya.
Estamos aquí y ahora:
intentando nadar en aceite
sin lograr redimirnos,
fileteando el olvido
son tragarlo por completo.
Ebrios de maravillas,
muriendo inútilmente
por momentos.
Sangrando vida
Sin voz,
yéndonos lejos.
miércoles, 26 de octubre de 2011
sábado, 22 de octubre de 2011
Iba sobre las olas
Y así pasaba el tiempo:
sabio y tímido,
iba descalzo sobre las olas.
Navegando el cielo
con los dedos,
seduciendo el horizonte.
Amando a la muerte.
Disfrutando con la vida.
Y su alma era bella
y graciosa...
Abarcaba la eternidad
con un suspiro.
Por eso iba él
sobre las olas.
Se hacia brisa y calor;
se hacia, a veces,
como se hacen las oraciones.
Y bailaba y cantaba
sumergiendo su voz
en el mar, susurrando.
Y se hacia espuma,
y se hacia viento,
y su amor se respiraba
como perfume de flores.
Su alma, electrizante,
siempre sonreía a las estrellas.
Amaba y jugaba
y jugando se iba.
El tiempo se iba
y regresaba.
Sabio,
andaba sobre las olas,
se reflejaba en el cielo:
todo lo abarcaba.
Era todo
y era nada.
Era eterno
como su alma.
sabio y tímido,
iba descalzo sobre las olas.
Navegando el cielo
con los dedos,
seduciendo el horizonte.
Amando a la muerte.
Disfrutando con la vida.
Y su alma era bella
y graciosa...
Abarcaba la eternidad
con un suspiro.
Por eso iba él
sobre las olas.
Se hacia brisa y calor;
se hacia, a veces,
como se hacen las oraciones.
Y bailaba y cantaba
sumergiendo su voz
en el mar, susurrando.
Y se hacia espuma,
y se hacia viento,
y su amor se respiraba
como perfume de flores.
Su alma, electrizante,
siempre sonreía a las estrellas.
Amaba y jugaba
y jugando se iba.
El tiempo se iba
y regresaba.
Sabio,
andaba sobre las olas,
se reflejaba en el cielo:
todo lo abarcaba.
Era todo
y era nada.
Era eterno
como su alma.
miércoles, 19 de octubre de 2011
Nunca eres tu
Nunca eres tu.
Mientras tanto,
esas sombras me persiguen,
cuando me descuido,
me rodean.
Salgo de noche
a buscarte en las estrellas,
a recordarle a la luna
que te dé mis mensajes.
En cambio escucho
gruñidos.
Estoy segura:
una bestia se devora
algo de mi alma
cada día.
¿Donde estas?
Te he buscado
en todos lados
y no apareces.
Mientras tanto,
esas sombras me persiguen,
cuando me descuido,
me rodean.
Salgo de noche
a buscarte en las estrellas,
a recordarle a la luna
que te dé mis mensajes.
En cambio escucho
gruñidos.
Estoy segura:
una bestia se devora
algo de mi alma
cada día.
¿Donde estas?
Te he buscado
en todos lados
y no apareces.
domingo, 16 de octubre de 2011
Instantes fugaces
Cuéntame una historia
que me sangre de emoción.
Para usar mi sombrero de copa
y recibir tu abrigo con una sonrisa.
Aun si no contaras nada,
y no use bizarros atuendos,
la sonrisa estaría presente.
La sonrisa del tiempo
de lluvia golpeando mi cara.
El tiempo de lluvia
deseando tu cuerpo.
Yo con la lluvia cayendo,
sufriendo,
queriendo hacerte el amor.
Mira como me incendio.
Mira, los demás duermen.
Y mi alrededor se incendia,
y todo le da vueltas,
tiñiendose de luto y de rojo,
y muere
y le sirve a un sonido.
La sonrisa estaría presente:
asesina del silencio.
Silencio donde nunca
hay silencio,
ni ecos ni vida,
solo instantes fugaces
del tiempo.
que me sangre de emoción.
Para usar mi sombrero de copa
y recibir tu abrigo con una sonrisa.
Aun si no contaras nada,
y no use bizarros atuendos,
la sonrisa estaría presente.
La sonrisa del tiempo
de lluvia golpeando mi cara.
El tiempo de lluvia
deseando tu cuerpo.
Yo con la lluvia cayendo,
sufriendo,
queriendo hacerte el amor.
Mira como me incendio.
Mira, los demás duermen.
Y mi alrededor se incendia,
y todo le da vueltas,
tiñiendose de luto y de rojo,
y muere
y le sirve a un sonido.
La sonrisa estaría presente:
asesina del silencio.
Silencio donde nunca
hay silencio,
ni ecos ni vida,
solo instantes fugaces
del tiempo.
jueves, 13 de octubre de 2011
De la nostalgia.
Cuánto deseo desaparecer en un suspiro,
pero ya soy brisa salada.
Me recuerdas como sí fuera agua en reposo,
pero algo me consumió en tu olvido.
Aún existo.
Algo en tu cara me refleja en la piel de otros.
Haz que tu grito me alcance
(necesito que me alcance),
porque soy el eco del silencio.
Soy la sombra de las tinieblas.
Eres la luz que alumbra en otra parte.
Sí supieras,
¡hay!
sí supieras...
Las cosas que me cuentan los segundos,
la tristezas de las cosas que no he vivido,
los recuerdos del ayer que ya no existen.
pero ya soy brisa salada.
Me recuerdas como sí fuera agua en reposo,
pero algo me consumió en tu olvido.
Aún existo.
Algo en tu cara me refleja en la piel de otros.
Haz que tu grito me alcance
(necesito que me alcance),
porque soy el eco del silencio.
Soy la sombra de las tinieblas.
Eres la luz que alumbra en otra parte.
Sí supieras,
¡hay!
sí supieras...
Las cosas que me cuentan los segundos,
la tristezas de las cosas que no he vivido,
los recuerdos del ayer que ya no existen.
lunes, 10 de octubre de 2011
Soy yo contigo
No sé que será.
Sí será el invierno,
o la lluvia,
o el refrescante
sol de primavera.
Quizás mi nariz
congelada, o el calor
latente de mi cuerpo.
O la opacidad
habitual de
mi mirada.
Cada vez que te miro,
tienes un brillo especial
que te adorna con estrellas
y colores aromáticos
de mil matices.
Y te veo linda
y traviesa, y descubro
nuevos paisajes y mil
momentos
en el arte de tu andar.
No sé que será,
que tus palabras liberan
océanos,
y tu sonrisa alivia,
como un atardecer.
Y mis ojos,
reflejados en los tuyos,
me muestran mi rostro
y miles de rostros.
Y tus ojos, lagunas
cristalinas llenas de paz,
me sumergen,
deteniendo el tiempo.
El calor de tu ser etéreo,
me sumerge mil eternidades.
Y me hace pez,
y me hace maga,
y soy yo contigo.
Sí será el invierno,
o la lluvia,
o el refrescante
sol de primavera.
Quizás mi nariz
congelada, o el calor
latente de mi cuerpo.
O la opacidad
habitual de
mi mirada.
Cada vez que te miro,
tienes un brillo especial
que te adorna con estrellas
y colores aromáticos
de mil matices.
Y te veo linda
y traviesa, y descubro
nuevos paisajes y mil
momentos
en el arte de tu andar.
No sé que será,
que tus palabras liberan
océanos,
y tu sonrisa alivia,
como un atardecer.
Y mis ojos,
reflejados en los tuyos,
me muestran mi rostro
y miles de rostros.
Y tus ojos, lagunas
cristalinas llenas de paz,
me sumergen,
deteniendo el tiempo.
El calor de tu ser etéreo,
me sumerge mil eternidades.
Y me hace pez,
y me hace maga,
y soy yo contigo.
jueves, 6 de octubre de 2011
Quisiera saber como y cuando fue.
Quisiera saber
cuando y como fue.
Si fueron tus ojos,
o tus manos,
o tu sonrisa calurosa.
Solo sé que el miedo
a la muerte, desapareció
cuando me abrazaste
en la oscuridad.
Quisiera saber cuanto
tiempo ha pasado:
cuantas horas sin mirarte,
las semanas sin escuchar tu voz.
Solo se que las lunas
van y vienen, como las olas;
como tus recuerdos
que nacen y mueren,
como los días;
que mi amor permanece,
como los años de la tierra.
Si cuando te encuentre
solo será mi sonrisa cansada,
o un pequeño suspiro.
O será tu silencio la respuesta
a lo imperdonable,
o una alegría disimulada
sepultando el pasado.
Pero ese momento, quizás
nunca se presente,
quizás se acumulen los
segundos y la vida
al periodo de tu ausencia.
Sí es así, seguiré
recitándole miradas al viento,
caricias al futuro,
sueños a mi almohada.
Quisiera saber
como y cuando fue.
Si fueron mis palabras,
o mis pasos,
o lo que no hice.
Solo sé que sigo esperando
tu regreso,
o una señal,
aunque tu felicidad
sea lejos de mi.
cuando y como fue.
Si fueron tus ojos,
o tus manos,
o tu sonrisa calurosa.
Solo sé que el miedo
a la muerte, desapareció
cuando me abrazaste
en la oscuridad.
Quisiera saber cuanto
tiempo ha pasado:
cuantas horas sin mirarte,
las semanas sin escuchar tu voz.
Solo se que las lunas
van y vienen, como las olas;
como tus recuerdos
que nacen y mueren,
como los días;
que mi amor permanece,
como los años de la tierra.
Si cuando te encuentre
solo será mi sonrisa cansada,
o un pequeño suspiro.
O será tu silencio la respuesta
a lo imperdonable,
o una alegría disimulada
sepultando el pasado.
Pero ese momento, quizás
nunca se presente,
quizás se acumulen los
segundos y la vida
al periodo de tu ausencia.
Sí es así, seguiré
recitándole miradas al viento,
caricias al futuro,
sueños a mi almohada.
Quisiera saber
como y cuando fue.
Si fueron mis palabras,
o mis pasos,
o lo que no hice.
Solo sé que sigo esperando
tu regreso,
o una señal,
aunque tu felicidad
sea lejos de mi.
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