Nunca eres tu.
Mientras tanto,
esas sombras me persiguen,
cuando me descuido,
me rodean.
Salgo de noche
a buscarte en las estrellas,
a recordarle a la luna
que te dé mis mensajes.
En cambio escucho
gruñidos.
Estoy segura:
una bestia se devora
algo de mi alma
cada día.
¿Donde estas?
Te he buscado
en todos lados
y no apareces.
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