viernes, 30 de diciembre de 2011

Llora corazón


Llora corazón,
hasta que llueva de nuevo,
hasta que el mundo
se quede en calma.

No hay nada
que pueda derrumbarse,
mi visión solo se extiende
al silencio.

Mírame aquí,
ahora,
estoy mojada hasta la sangre,
muy dentro de mis huesos
y mi piel se evapora.

Si pudieras ver lo que yo veo,
los arboles,
el río y las montañas,
el tenue azul del cielo
que se confunde
con el mar en donde
ya es muy lejos,
entonces arderías como yo ardo,
y el momento
en que te recostaras
sobre la yerba,
sería la resurrección de tu vida.

Llora corazón,
que tus penas saldrán
por mi ojos,
hasta que duelan,
hasta que no quede
nada dentro,
esta vez cada gota
sabe a libertad,
y cada suspiro anuncia
la destrucción de un yugo.

Incluso ahora,
que cada nube
lleva tu nombre,
eres un delirio
que me detiene.

Si supieras lo que estoy sintiendo,
te encontrarías en el medio
de un terremoto voraz,
que sin tocarte, 
te llevaría al cielo
y después hasta el fondo.

Llora corazón,
llora hasta las entrañas,
hasta que sea la sangre
la que duela y se hinche,
y sácalo todo de nosotros,
entonces me encontraras
y andaremos de la mano.

De viaje


 Todo lo que tenía que decir resbaló como el rocío hacia tu alma.

Todo se desliza lentamente, no se detiene… es tan suave que me hechiza y quisiera perderme, derramarme como río hacia todos lados para vivir en el mar.

Necesito que me lleve la corriente, el sol roza mi cara en medio de un azul tan brillante como el oro; el agua, el viento que murmura con el líquido me embriaga.

Mi corazón late, siento su palpitar en mi pecho, y siento cada poro de mi cuerpo  que se eriza hasta estremecerme.

No sé cuánto tiempo ha pasado, aquí ha oscurecido y la luna me sonríe.

Ese olor a espuma nocturna mezclada con vapor, que no existe en otro lugar.

Ese olor que lo llena todo, porque es vapor que lo penetra todo: mis sueños, mis huesos y que navega entre mi sangre…

Lo único que me guía son todas esas estrellas, tan lejanas, tan brillantes, arrastradas a mis ojos, pero yo solo puedo tocar su reflejo, cuando las atrapo, se me escapan: el agua se las lleva entre mis dedos, como se ha llevado todo.

Parece que siempre estuve aquí, en las entrañas este imperturbable gigante, tan profundo que mi dolor cayó y se perdió en el abismo, no lo encontraré jamás.

No hay nada más allá de mis ojos, y no hay nada que puedan tocar mis manos.

Mi corazón está tan lejos de mí, que creo que se formó para la oscuridad.

Sin la noción del tiempo me he curado del miedo, me he clavado una daga poco a poco, tan grande y tan filosa que no siento dolor, ni frío, ni soledad, y solo me ha quedado un molesto vacío y se escaparon mis fuerzas.

A veces quiero regresar, pero no tengo ningún lugar y ningún nombre.

Entonces lloro, como nunca había llorado, lloro como una tormenta poderosa que no se rinde: es demasiado.

Iré a donde me lleve este mundo, pero intento levantar mis brazos para alcanzar lo que ya no existe, respiro hondo para aguantar las ganas y sumerjo mi brazo en el agua para no quemarme.

Hoy no quiero soñar, ya soy demasiado pobre y mis anhelos no te alcanzan.

jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Qué podría decirte?


¿Qué podría decir,
que no te hayan dicho ya?

Así es como van pasando los años:
nos recuerdan que el tiempo pasa rápido.

Todo lo que quiero decirte,
todo eso que aún no se ha inventado,
algún día lo sabrás,
pero no hoy porque somos jóvenes
y nuestro corazón aun duerme.

Pero el momento preciso,
se coronará con una sonrisa
y te dará un clavel
para que no lo olvides:
yo te recordare por siempre.

Ella no volverá


Ella no volverá,
es lo único que  es seguro
cuando veo el sol lleno de sangre.

Me lo dice también
el murmullo de la noche,
cuando ruge en medio
de la oscuridad,
cuando la oscuridad
está viva y la devora.

Me lo dicen mis dedos
cuando toco la pared,
acariciándola,
y la persona detrás del espejo,
cada vez que lo visito.

Y el mundo que me encuentro
cuando duermo.

Y el compás de la música,
y los colores en el cielo,
me lo has dicho tu,
tantas veces;
mi dolor creció en el infinito
hasta hacerse un gigante
que habitó entre las flores del paraíso,
que está por morir en mares
de arena que lo esperaron:
largo tiempo.

Quiero perderme,
para no volver al lugar que está
en llamas, porque una parte
de mi corazón ya está muerto,
y porque no quiero
encontrar la memoria que me falta.

Quiero creer
y quiero alcanzar el horizonte,
abrazarlo y hacerlo mío,
 para que no me faltes,
y volverme ave,
para cruzar el olvido y mirarte.

¡Ella no volverá!
mastico esa verdad,
mientras mi propia bestia me devora,
mientras mis llaman me consumen,
y las estrellas,
me guían a mi propio suicidio.

Esta historia se escribió
 con lágrimas
y se guardo en su cabello:
mientras la leo,
a mi alrededor no hay nada.

Ella no volverá,
pero me levantare
para ver caer el nuevo día,
para tener una esperanza,
para lanzar mi amor al viento
y hundirlo en el cielo,
para desaparecer.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Querida mía


Hay un mundo entre los árboles
y los arbustos,
y entre el cielo de cristal
que a veces nos opaca,
se refleja nuestra alma
y en los ligeros murmullos
de la eterna ciudad glacial.

A lo lejos hay un desliz de la vida:
en los dedos de un joven y su melodía;
y los sueños surgen de  las cuerdas
excitadas del piano
que danza para la noche,
que aún está dormida.

La tristeza de mis sueños
reconoce reinas deprimidas,
durmiendo en las calles:
entre la basura…
y reconoce también,
los demonios que asustan
en las casas de la gente distinguida.

Esa gente,
ese mundo en que yo no habito…
estoy detrás de una ventana,
con una legión de oprimidos.

Camino y floto,
y nos alzamos sumisos al vacío,
estremecidos desde la punta de los dedos,
con un calorcillo que nos recorre el cuerpo,
y que nos prende como antorchas
para humedecer la oscuridad.

Al final tu corazón jubiloso:
la meta a la que todos queremos llegar:
a un corazón lleno de paz y de armonía,
dejándonos ver siluetas
entorpecidas, pero brillantes,
llenas del candor que no tenemos.

Déjame decirte,
querida,
que al cielo solo llegaremos
colgándonos de una viga,
suspendidos del mundo,
entregados completamente
a lo que hay arriba,
porque no es posible volar
si no tenemos alas,
y esas nacen
y crecen, en nuestro ultimo
paso hacia lo mortal.

¡Oh, querida mía!
si tú supieras todo lo que yo no sé,
serias perfecta como el arrollo de tu infancia,
tan perfecta como una banquita
mojada en el parque,
tan adorable como una fotografía
y divina como la tienda de los mosaicos
que habita en la ciudad.

Veamos cómo el mundo
que existe entre los árboles
y los arbustos,
y debajo del cielo de cristal
nos espera;
escucha conmigo
la brisa melodiosa
que toca el piano sin cesar…

Sálvanos,
tú que puedes,
o mátanos,
si es que quieres,
pero este mundo,
que es mi mundo,
no lo dejes igual.

martes, 20 de diciembre de 2011

Solo vamos a caer


Puedes hacer lo que sea
porque el mundo es tuyo.

Subir,
o bajar,
o nadar
coloreando un arcoíris.

Sí,
el mundo es tuyo
y ¿que podría reclamarte
el viento 
o una gota 
o una hoja?

Hoy vamos a dejarnos caer,
veremos la lluvia,
la tierra,
el humo:
todo lo veremos caer.

Mientras el humano duerme,
tu y yo vivimos
¡deberías creer que vivimos!
saldrá en el periódico al amanecer,
y todos verán el mundo es tuyo.

Puedes creerme,
porque todo irá bien,
aunque solo sean
palabras de desconsuelo.

Tendrá que llegar el nuevo día,
el cielo será azul:
tono paz;
veras nubes de la época
de algodón;
existirán los terrenales
pastos del señor
que vive en el eterno paraíso.

No te vayas ni me dejes ir,
sostén mi mano
pues... solo vamos a caer.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Contigo todo está bien


Quiero que sepas
que digo: te quiero,
en cada frase que pronuncio.

Y que disfruto de tu boca,
sin que te enteres,
cada que tu recuerdo me acosa.

Me gusta ver arder el mundo,
pero a veces necesito
que me salve la intensidad de tus pupilas…

Porque en tus pupilas
esta mi redención y mi bautismo.

Como quisiera decirte
 todo esto con una mirada,
o con un toque de mis labios
donde tú sabes,
para llenarte el cuerpo de mi alma.

Algún día mi ausencia te dirá
que perderme en un beso estaría bien…
contigo estaría bien. 

sábado, 17 de diciembre de 2011

Costalito de algodón.


Tengo algunas estrellas
en un costalito de algodón,
todo el tiempo tintinean,
haciendo eco en alguna canción.

Son mi ejército derramando
fuego y fecundando mares,
mi fiebre y mi alivio:
la fauna de mis bosques.

Son camaleones de cristal,
como tus ojos,
y como tus ojos,
florecen en un dios
derramado.

A menudo me visitan
en sueños,
y me proyectan
 en incansables luchas,
y me sacuden
en la humedad de algún cuerpo.

Del costalito de algodón,
se escapan a cazar mariposas
de tiernas alas,
y van dejando polvo,
como en los cuentos
de hadas.

Yo las dejo
que se coman mi corazón,
y las dejo que se coronen
de princesas,
que se vistan de seda
y se vistan de luna,
que dancen con reyes
y príncipes hasta el amanecer.

Las dejo que lloren mi sangre,
pues lloran mi muerte,
me besan con ganas de vida
y entonces todo esta bien.


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Me equivoque cuando hablé del olvido


Anduve, anduvimos, hoy fue diferente, no ibas conmigo, todos creyeron que estabas ausente, nadaste plácidamente entre el huracán de mis pensamientos; vimos a mucha gente… me equivoque cuando hablé del olvido, era desprecio: yo desprecio a casi todo el mundo: tu terminas calmando mis molestos humores, pero yo vi y tu viste a los que amo, y vimos también cómo los seres que desprecio, despreciaron a mis amores.

Gente sucia, miserable y desesperada, vestida de cuero muy duro para el frio y para el hambre, la mayoría de dedos agiles y corazón perdido, de ojos sin peces nadando.

Como quisiera llorar sobre tu regazo, para oler las flores de la esperanza.

A mi me gustaría regalarles una caricia y una sonrisa; preferiría rendirme a sus miradas tiernas, pretender una orgia en el desamor que sentimos; escupir en la gente que se alza muy hacia abajo, de lo más bajo de este mundo.

Tú lo sabes, lo sabes mejor que nadie, sabes que la mayoría de esos seres despreciables debería morir: morir y ser olvidados, eso también lo sé y ellos mismos lo saben, pero su estupidez es tan grande, que son incapaces de sentir vergüenza.

Al final nos reducimos a ser fantasmas; gente sucia, vida sucia, viviendo como puercos… somos perras de esta era.

martes, 29 de noviembre de 2011

No sé quién eres...


Quizás,
solo yo me pregunto
qué será de ti.

Está mas frío tu corazón que el aire,
porque estas sin amor,
y sí fuera por ti:
sin esperanza de que salga el sol.

Pero saldrá,
aunque las horas y la oscuridad
se hagan siempre más densas.

Muchas veces
me he preguntado
¿por qué siento pena
por ti si no te conozco?

Solo sé que existes,
pero no sé nada de tu rostro,
ni de tu nombre,
ni de tu vida.

Sé que serás uno de tantos,
que sin techo ni comida,
sin salud y sin aspiración,
vives
(o por lo menos lo intentas)
en esta ciudad, tan fantasmal
como tu pasado.

Yo también soy uno de tantos,
 nos parecemos.

Yo me desprecio
y siento pena por mí,
porque aunque lo deseo,
no soy capaz de ayudarte.

No sé quién eres
y no quien soy

Por eso a veces lloro:
por ti y por mí;
porque envidio tu vida
como tu envidias la mía,
que has de ver tan lujosa
(aunque casi nada tengo y nada soy).

Algún día te encontrare,
hermano mío,
y te haré venir a mi mesa,
y te daré mi cama
para que duermas
mientras velo tu sueño.

Quizás te haré llegar
el amor que siento.

Entonces seré feliz
de ver tu sonrisa
y tendremos esperanza.
La que nos falta ahora.

Y vida,
porque por nuestra
aflicción nos es negada.

¡Ah, hermano mío,
aguantemos hasta entonces
este desamor
y este frío
y estas ganas tan profundas de morir!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Siento que puedo.


Siento que
no puedo sentir.

Sujeta mi mano,
 hazlo fuerte,
que en nuestras palmas
quepa el universo entero

Envidio a los que sienten
el viento, que gozan el sol.

Pero más envidio
al que te mira llegar
todas las mañanas
y escucha tu voz.

Tu voz… te vas.

Realmente no quiero detenerte,
callo para no hacerlo.

En esta oscuridad tan densa,
eres la esperanza de luz
cuando despierte.

Siento que puedo
sentir amor por ti.

Si fui feliz contigo,
es algo que nunca
sabré por completo.

No me dejes ir,
tú que te quedas,
consérvame en el universo,
o en la ausencia  que creamos 
cuando me das la mano.

Que al menos
ese instante sea verdad.

lunes, 21 de noviembre de 2011

La voz por los olvidados.



Yo alzo la voz
por los olvidados.

A los únicos
que no se nos olvida
que el ser dejados
atrás también pesa.

Nosotros alzamos
las manos en la noche,
hacia el cielo,
y descubrimos mundos
que no serán para nadie.

Y quizás alguien nos descubra
llenos de polvo y brillando
con harta intensidad en el pasado

¿Cómo saberlo?

Solo existimos entre la vida
y la muerte, tocados
por un beso a veces,
sintiendo como si un huracán
nos golpeara,  y goteando
como esos interminables
días de lluvia.

Así somos y así seremos,
por siempre entre el tiempo
y entre sueños
y estampas de metal.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Un sueño blanco bajo la cama


Nos espera un sueño
blanco debajo de la cama.

Debajo de la sangre:
en la sangre derramada
del hijo y del hermano.

Sueños de cristal
que se rompen a la sonrisa.

Puedes morder tu almohada
(pedazos de alma)
o tus manos,
y arrancarte la cara
en el día del lamento.
Podrías beber tu vida
y nada cambiará.

Podrás decir mil veces:

¡Oh, compatriotas,
 hermanos, amigos,
 miren como sufro,
 miren como mis ojos
 salen de su lugar
 y se arrastran
sobre mi miseria.
Tengan piedad de mí,
regresen mis dedos
 a mis manos
y mis huesos dentro
de mi piel, debajo
 de mis músculos!

Nada cambiará.

Verás morir al compañero
de la infancia,
 a la persona que te dio a luz,
a la mujer que amas
 (y te faltara tanto,
tanto como el aire,
y morirás ardiendo cuando
no puedas soportar
la soledad ni su eco),
 verás morir
a tu descendencia
y no harás nada,
nada como hasta ahora.

Te sentaras en una silla
(en tu silla de siempre)
que será tu trono sin reino,
y te veras perecer
en la pantalla que tanto adoras,
con el dinero que tanto amas,
 con mil demonios alrededor
 burlándose de ti,
jalando tus cabellos,
apretando tu garganta.

Desnudándote
y arañando hasta descarnarte.

Y en tu infierno
 (llamado presente),
estarás viendo tu castigo,
sin poder cerrar tu mente
en sueños, sin poder voltear
disimuladamente a otro lado.

Así será la vida para ti,
que solo atesoras lo terrenal
y no escuchas
a tu espíritu que clama,
con vigor y apasionado,
que te levantes y pidas
y reclames lo que es tuyo,
 que te clama llorando
y diciéndole no a las sobras.

Ahora mismo eres
ladrón y asesino…
no escuchas mas
que tus quejas,
pero recuerda
que un sueño blanco
nos espera bajo la cama.

Hará que te des cuenta
de lo que nunca fuiste,
te dirá que sobre esta
tierra, tu destino será
el ser olvidado.

Si aún puedes,
levántate hermano,
y mira mas allá
de las paredes que te rodean,
y sé león y sé bestia,
mira el cielo con esperanza
(de esa esperanza
que harás realidad algún día)
y vuélcate dentro de ti mismo,
y plántate
y súrgete
de entre tus mismas cenizas.

Que llegue la muerte
y no te sorprenda,
entonces podrás saludarla
y te dejara agradecer
a la vida tu presente,
acariciaras tu pasado,
y darás la bendición  
a los que dejas,
para alcanzar la paz
que deberías soñar.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Única en el universo

¡Que soledad la de tu cuerpo
vacío lejos del mio!
sin respirar,
sin arder:
mudo y vago.

Me dueles a la luz de la luna,
porque no te tengo,
porque mi piel te tuvo
y tu ausencia quema.

Porque de la sed de
mi boca para alabarte,
no queda nada;
mi lengua se ha marchitado
cada día, y seca,
ya no puede florecer
en palabras de suplica,
ni de vergüenza,
ni de agonía.

Todo mi ser se convierte
en silencio cada noche;
se envuelve también,
en esta oscuridad
que se ha hecho Dios
en mis sueños.

Sin sombras,
solo recuerdos
en blanco y negro,
vagamente sintiendo
y muriendo.

Deletreando tu nombre,
descubriendolo volverse
 un misterio en cada linea
que lo compone.

Besándolo,
como si tu misma
fueras tu nombre,
y tu nombre el único
del universo.

Como si fueras
 la única en el universo.

Río y montaña,
cielo e infierno...
eternidad y nada.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Que será de nosotros

¿Que será?
uno, dos, tres...
cinco... diez.

¿Estrellas?

Voces a lo lejos,
ebrias, inútiles,
lastimeras.

Un poco de dolor
enterrado en las venas.

El silencio:
miles de silencios
que nunca se detienen,
que abandonan,
que hieren.

¿Que será de ti
cuando baje la marea?

¿Cuando se humedezca
tu corazón, y se derrame
por falta de llanto
y de quejas?

El destino nunca
se acerca, pero duerme;
nos sueña, con llamas
y huracanes que nos envuelven.

¿Que será de nosotros
cuando se nos acabe el día?

Beberemos y cantaremos
realidad; sofocaremos
nuestros sueños en la cama;
mataremos la esperanza
con palabras.

Pero nada de eso
importa ya.

Estamos aquí y ahora:
intentando nadar en aceite
sin lograr redimirnos,
fileteando el olvido
son tragarlo por completo.

Ebrios de maravillas,
muriendo inútilmente
por momentos.

Sangrando vida

Sin voz,
yéndonos lejos.

sábado, 22 de octubre de 2011

Iba sobre las olas

Y así pasaba el tiempo:
sabio y tímido,
iba descalzo sobre las olas.

Navegando el cielo
con los dedos,
seduciendo el horizonte.

Amando a la muerte.
Disfrutando con la vida.

Y su alma era bella
y graciosa...

Abarcaba la eternidad
con un suspiro.

Por eso iba él
sobre las olas.

Se hacia brisa y calor;
se hacia, a veces,
como se hacen las oraciones.

Y bailaba y cantaba
sumergiendo su voz
en el mar, susurrando.

Y se hacia espuma,
y se hacia viento,
y su amor se respiraba
como perfume de flores.

Su alma, electrizante,
siempre sonreía a las estrellas.

Amaba y jugaba
y jugando se iba.

El tiempo se iba
y regresaba.

Sabio,
andaba sobre las olas,
se reflejaba en el cielo:
todo lo abarcaba.

Era todo
y era nada.

Era eterno
como su alma.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Nunca eres tu

Nunca eres tu.

Mientras tanto,
esas sombras me persiguen,
cuando me descuido,
me rodean.

Salgo de noche
a buscarte en las estrellas,
a recordarle a la luna
que te dé mis mensajes.

En cambio escucho
gruñidos.

Estoy segura:
una bestia se devora
algo de mi alma
cada día.

¿Donde estas?

Te he buscado
en todos lados
y no apareces.

domingo, 16 de octubre de 2011

Instantes fugaces

Cuéntame una historia
que me sangre de emoción.

Para usar mi sombrero de copa
y recibir tu abrigo con una sonrisa.

Aun si no contaras nada,
y no use bizarros atuendos,
la sonrisa estaría presente.

La sonrisa del tiempo
de lluvia golpeando mi cara.

El tiempo de lluvia
deseando tu cuerpo.

Yo con la lluvia cayendo,
sufriendo,
queriendo hacerte el amor.

Mira como me incendio.
Mira, los demás duermen.

Y mi alrededor se incendia,
y todo le da vueltas,
tiñiendose de luto y de rojo,
y muere
y le sirve a un sonido.

La sonrisa estaría presente:
asesina del silencio.

Silencio donde nunca
hay silencio,
ni ecos ni vida,
solo instantes fugaces
del tiempo.

jueves, 13 de octubre de 2011

De la nostalgia.

Cuánto deseo desaparecer en un suspiro,
pero ya soy brisa salada.

Me recuerdas como sí fuera agua en reposo,
pero algo me consumió en tu olvido.

Aún existo.
Algo en tu cara me refleja en la piel de otros.

Haz que tu grito me alcance
(necesito que me alcance),
porque soy el eco del silencio.

Soy la sombra de las tinieblas.
Eres la luz que alumbra en otra parte.

Sí supieras,
¡hay!
sí supieras...

Las cosas que me cuentan los segundos,
la tristezas de las cosas que no he vivido,
los recuerdos del ayer que ya no existen.

lunes, 10 de octubre de 2011

Soy yo contigo

No sé que será.

Sí será el invierno,
o la lluvia,
o el refrescante
sol de primavera.

Quizás mi nariz
congelada, o el calor
latente de mi cuerpo.

O la opacidad
habitual de
mi mirada.

Cada vez que te miro,
tienes un brillo especial
que te adorna con estrellas
y colores aromáticos 
de mil matices.

Y te veo linda
y traviesa, y descubro
nuevos paisajes y mil
momentos
en el arte de tu andar.

No sé que será,
que tus palabras liberan
océanos,
y tu sonrisa alivia,
como un atardecer.

Y mis ojos,
reflejados en los tuyos,
me muestran mi rostro
y miles de rostros.

Y tus ojos, lagunas
cristalinas llenas de paz,
me sumergen,
deteniendo el tiempo.

El calor de tu ser etéreo,
me sumerge mil eternidades.

Y me hace pez,
y me hace maga,
y soy yo contigo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Quisiera saber como y cuando fue.

Quisiera saber
cuando y como fue.

Si fueron tus ojos,
o tus manos,
o tu sonrisa calurosa.

Solo sé que el miedo
a la muerte, desapareció
cuando me abrazaste
en la oscuridad.

Quisiera saber cuanto
tiempo ha pasado:
cuantas horas sin mirarte,
las semanas sin escuchar tu voz.

Solo se que las lunas
van y vienen, como las olas;
como tus recuerdos
que nacen y mueren,
como los días;
que mi amor permanece,
como los años de la tierra.

Si cuando te encuentre
solo será mi sonrisa cansada,
o un pequeño suspiro.

O será tu silencio la respuesta
a lo imperdonable,
o una alegría disimulada
sepultando el pasado.

Pero ese momento, quizás
nunca se presente,
quizás se acumulen los
segundos y la vida
al periodo de tu ausencia.

Sí es así, seguiré
 recitándole miradas al viento,
caricias al futuro,
sueños a mi almohada.

Quisiera saber
como y cuando fue.

Si fueron mis palabras,
o mis pasos,
o lo que no hice.

Solo sé que sigo esperando
tu regreso,
o una señal,
aunque tu felicidad
sea lejos de mi.


lunes, 12 de septiembre de 2011

Pesadilla

No quiero soñar contigo,
porque aún tu recuerdo
redondea mi alma, y la patea
al desierto del olvido.

Al desierto helado y oscuro,
con el furor de tu mirada
que me consume y me pasma.

Me conviertes en nada
en el universo de lo existente.

Siendo nada es imposible
acercarme a ti.

En la vida y en la muerte,
que hacen el amor frente
a mis ojos, que de pronto
se revelan en lujuria perniciosa.

Tu siempre estás a su lado,
fornicando sin mirar,
pecando sin culpa ni penitencia.

Entonces me lanzas en un sube
y baja desenfrenado,
que no deja de moverse,
que me marea
y me destruye.

Haciendo que mi corazón
se acelere, que se convierta
en fantasma con la luz.

Estallando mis entrañas
y sangrando aire...

Es cuando me sueltas
y vomito angustia y miedo.

Todo comienza de nuevo.

Con el corazón del cielo
iluminandolo todo,
respiro mi propio ser
convertido en aire,
y me quema el fuego extinto.

Veo ausencias maravillosas
transformadas en realidad.

Me abrazan los colores del vicio,
me envuelve la zorra de la locura,
retomo mi camino que se expande
en el horizonte y lo llena todo.

viernes, 22 de julio de 2011

Fantasma de cristal

Las estrellas brillan como siempre,
la luna reprimida por las nubes...

La tierra esta mojada y hierve,
derrama su olor al viento que lo bebe,
y en el viento,
sobre el asfalto vivimos nosotros,
vivo yo,
cantamos con el sol,
nos vestimos de calor,
a veces de manos ajenas,
y al morir nutrimos el aroma que respiramos.

La luna se despeja un poco
y las nubes siguen hacia el sur,
navegan con algún propósito,
y sus tripulantes duermen
con sus sabanas de azul nocturno...

Yo intento dormir a veces en tu pecho,
y a veces durante el día
caminar de la mano contigo,
pero eres un fantasma de cristal,
con una sombra eterna
dibujada en las montañas,
en los arboles,
en mi alma.

Te reflejas en mi mirada
y te proyectas como ola del mar,
eres un sueño abismal
que penetras los corazones,
que los traspasas,
que terminas huyendo a tu realidad.

Hace frío,
la luna se deja ver completamente,
las estrellas bailan a su alrededor
y se levanta la niebla de los sueños.

Las sustancias desprendidas
esta noche son etéreas.

jueves, 21 de julio de 2011

Eras y eras

Hoy de nuevo duele,
y ese dolor sube a la garganta
y no hay alivio,
no hay paz
y las lágrimas fluyen sin querer.

Tu eras el color de las hojas:
eras como una hoja
recién nacida en primavera.
No se ahora.

Y eras para mi como arena tierna
y lavada del río,
casi blanca,
y creo que en tu recuerdo
puedo dibujar fantasmas,
creo que puedo posar mi mano
y dejarla grabada
hasta que llegue
la siguiente lluvia que me borrará.

Mi historia contigo
esta escrita en el aire,
viajando por todo el mundo,
subiendo y bajando,
con prisa,
a veces solo yendo lentamente.

Transcurrimos de la mano
y en silencio, los días y las noches,
rondando a la luz sin acercarnos,
viviendo sin vivir,
sin poder morir
y ahora también sin poder soñar,
sin conseguir una razón para hacerlo.

Me sobras y te abrazo para no dejarte ir,
pero abrazo mi propio cuerpo,
y entonces te busco:
cuando te encuentro entonces te necesito.

lunes, 4 de julio de 2011

Día a día

Estoy aquí,
levantando mi cabeza al cielo,
para ver si por destino te veo volar.

O por si acaso tu cara
se distingue en una nube.

Me he dejado dirigir
por tu viento suave,
y he visto como acaricias
las hojas de los arboles
y peinas el pasto hacia el sol.

También me he bañado
con tu llanto,
cuando enjuagas
la sangre de la tierra,
la suciedad de las casas,
los malo deseos
y las frustraciones que producimos
ante la vida,
me he limpiado...

Duermo cuando sueñas
y mis sueños los comparto contigo,
mis aventuras nocturnas
las vivo en tus manos
y me sostengo en tus dedos para andar.

Así es el día a día en nuestras vidas,
recorriendo las calles buscando tu aroma,
y tu...
¡ah no se!

Ahí donde siempre
has estado,
en ese lugar que no encuentro.

viernes, 1 de julio de 2011

Y ahora...

Y ahora
¿que eres para mi?

Un fantasma
que nunca entró,
pero que no se ha ido.

Tan fenomenal
que desde el pórtico
lo llenas todo;
tu aroma y tu voz,
tus manos...

Tan fenomenal
que me haces
desearte aún cuando
siento que te has ido.

Y ¿que seré yo para ti?
me pregunto si ya habré
dejado de existir ,
o si soy como esa humedad
que aún no se desvanece,
o como una luz que
parpadea y se resiste a ceder.

Te recuerdo todo el año,
cada año desde que nos separamos,
incluso después de haber fornicado,
de haber dormido y de haber soñado...

También dentro
de mi locura estas presente:
recorro largos pasillos
para encontrarte,
y cuando se abre
mi memoria intento descubrirte.

Cuando regresa
la realidad a mis manos
y el frío me encoge,
doy gracias porque
que te fuiste...
para que no me veas así.

lunes, 13 de junio de 2011

Esperando el amanecer

Es primavera nuevamente,
nace y se esparse
con el viento,
y me hallo en los pastos
del futuro esperando el amanecer.

Que grata sensacion
la del rocio bajando
quedamente por la piel,
sientiendo un poco el frio
que acompaña al viento,
bañandome con las caricias
que me regalan los ultimos
resplandores de la luna.

Los suspiros llenan mi aire,
y mi aire ha de transitar
por las venas del mundo
como sangre.

Estos sueños
que unen mi cuerpo,
han de darle vida
al mundo que renace,
han de ser nubes u olas,
aves en vuelo,
o peces que naden.


lunes, 7 de febrero de 2011

Otra noche

Hoy como tantas

noches, camino

sin que nadie

note mis presencia,

como un fantasma

sin aroma,

hundiéndome

en mi soledad,

y con los ojos

humedecidos

de pensamientos.


¿Cuántas noches

han de ser así?


Sin encontrarme,

sin hallar una salida,

caminando un laberinto

que se llena

de espejismos

que me confunden,

que me ahogan.


Es de madrugada

y me dedico

a inventar palabras,

me dedico a pensar

con la mente vacía,

en un abismo

que me devora,

y al cual, no

pongo resistencia.


Hoy es como otros días:

andando desnuda

por la noche oscura,

viendo la vida pasar,

y yo, sin poder moverme,

sin avanzar a ningún lado.


Ya no recuerdo

los rostros

que llenaron mi pasado,

y ahora que intento

recordarte, tu rostro

se erige lejano

y sin expresión.


Sería inútil preguntar:

¿Por qué yo?


Sería inútil

seguir llorando.


Aún así lloro

y me lo pregunto,

y desearía no ver

de nuevo el amanecer.

ni la luz del día,

ni sentir frio o calor

en las noches de lluvia.


Quiero desaparecer

escuchando esa canción

de cuna, que a veces,

oigo entre sueños,

y sintiendo el calor

de un beso en mi frente.


Quiero desvanecerme

sin dejar rastro

de mi existencia,

que las personas

que me aman, me

ofrenden al olvido.


Quisiera creer también

en dios, o en el diablo,

o creer que el tiempo

pasara rápido,

y que pronto

venceré este

sentimiento.


Hoy perdí la batalla,

y no se que me espera

en el siguiente

encuentro,

pero se que no tengo

fuerzas y que

estoy cansada.

sábado, 5 de febrero de 2011

Yo te pido

Ardo de deseos

por encontrarte,

por estrecharte

entre mis brazos,

de apretarte

fuerte a mi cuerpo,

sentir tu calor,

sentir las olas

que se alzan en tus venas.


Hacerte mía con un suspiro,

con un ligero

roce de tu mano,

con una mirada.


Mis labios te desean

con ganas insaciables,

piden tu piel

como su mapa

para perderse

y descubrirte;

mis manos piden

tu cuerpo para andar:

para caminar sin cansancio

sobre el universo.


Yo te pido,

en esta tarde, en que

el viento azota

sin tregua mi cuerpo.


Pido tus caricias

en mi cabello,

exijo que tus besos

resbalen como

agua en mi boca.


Los minutos son traicioneros:

avanzan a prisa cuando

estoy contigo,

y descanzan largamente

cuando te espero.


Los kilómetros se extienden

y, me hacen saber que estas lejos.


Pero no eres inalcanzable,

mi corazón me dice

que no eres inalcanzable

y, que serán el tiempo

que te acerque,

y el espacio que sobre,

cuando pueda rendirme

a tus palabras,

a tu aire,

a tu calor tierno y sofocante.


Te amo,

lo dicen mis palabras

y lo dice el palpitar de mi pecho:

cuando el corazón

late con fuerza pensando en ti;

y lo dicen:

mi piel erizada

y mis manos temblorosas.


Eres el pilar

de mis pensamientos,

amada mujer,

eres el deseo

que recorre mi cuerpo.


Tus ojos han de ser

la envidia de las águilas,

y tus manos,

más suaves que la seda

y el terciopelo.


Eres el paisaje

que nunca se olvida,

la estrella que nunca descansa,

el rocío que refresca mis mañanas.

viernes, 21 de enero de 2011

Silvio Rodriguez - Ya No Te Espero

En el abismo de la locura

En mi soledad

y, en mi tristeza,

quiero escuchar

tu voz en mi oído.


Quiero escuchar palabras

dulces que me cobijen…

que me hagan olvidar

la tristeza que la sombría

negación me ha dejado.


He de dormir

entre tus brazos,

esperando

las primeras luces

del día para olvidarte…


Una vida lejos de ti.


¡Deseo una vida lejos

de ti y, de tus recuerdos¡


Deseo el profundo

olvido para mi alma…


Mi alma que se suspende

en el abismo de la locura.

miércoles, 19 de enero de 2011

Ya te has ido

He pasado

horas

y horas buscándote.


He caminado largos

senderos esperando

encontrarte…


…tú simplemente

ya te has ido.

Mujer Imposible

Sigues ahí:
tenue como
esta mañana.

Clara y divertida
como el agua.

Tu mirada se pierde
entre las cosas
que parecen reales:
un edificio,
una casa,
un auto...
y piensas algo
que después
no recordaras.

Eres la fina
estampa
de tu momento,
una cara perdida
entre tantas otras,
un luminosidad
que no brilla,
que no se
permite brillar.

Eres la mujer
de mis anhelos
y de mis imposibles
sueños.